No quiero solamente sexo contigo. Quiero tenernos y confiarnos y hacernos confidentes y amantes en todo el sentido de la palabra. Y no: amantes no significa lo que tú piensas. Quiero amarnos.

Quiero volver a salir entre semana al cine contigo. Quiero ir a tatuarnos juntos y que ese se vuelva un lazo eterno entre nosotros. Quiero viajar, quiero conocer, quiero probar cosas, cafés, comidas, drogas, experiencias nuevas contigo. Escuchar nueva música, bailar, quiero contar los lunares de tu cuerpo una vez más y tatuarme el número de ellos en mi pecho. Quiero guardar tu aroma en un frasco para olerlo todas las noches mientras hacemos FaceTime y sentirte físicamente aquí, conmigo. Quiero que me digas que saliste a una tienda y una esencia te recordó a mi. Quiero que salgas de tu casa y que en lugar de ir al gimnasio prefieras ir a besarme, que de repente me sorprendas en algún lugar en donde no te esperaba ver. Quiero ir por ti a tu escuela y llevarte nieve cuando te vaya mal en un examen, y comprarte chocolate cuando te estás desangrando por los malditos caprichos de la vida. Quiero mandarte flores a tu casa y que te tomes cien fotos distintas con ellas porque las amas y me amas.

Quiero que dejes de temer, quiero que te agarres a mí, quiero que no me dejes ir; quiero que te subas a mi carro y pretendamos irnos de viaje por todo México y que las horas en las que estemos juntos sean infinitos solamente nuestros. Quiero que llegues a tu cuarto y cierres la puerta y tomes el celular y me digas “hey, valió demasiado la pena, ya quiero volver a verte…” y leerlo mientras manejo y reírme porque te quiero y porque tengo la dicha de besarte y decirte que también te quiero, una y otra vez.

Quiero que estemos juntos el tiempo que tengamos que estar, y si la vida lo quiere que nos vayamos juntos a algún lugar a vivir de esos que tanto te gustan como Guadalajara o la capital, y nos olvidemos de que a la gente le caga vernos juntos, porque juntos es como sabemos y disfrutamos existir.